domingo, 12 de agosto de 2012

Tal y como hieres


Queriendo despertar pensando como tú no quieres
Queriéndote creer como sé que no se puede.
Queriéndote amar pensando que no debo, creyendo que si puedo
Sabiendo que te pierdo.

Queriéndote en recuerdos que habitan en tu olvido.
Queriendo hacer reír a la chica que solo sabe renegar de la felicidad.
Temiendo ser feliz finalmente, queriendo ser fuerte para siempre.

Queriendo sobrevivir a perderte, pensando en herir sin tenerte.
Deseándote la felicidad que no quieres, pidiendo verte frágil nuevamente.
Queriendo disfrutar de la vida, sin corazones de hierro al ristre.
Queriéndote tal y como hieres.

Soñándote real, despertando y viéndote perfecta.
Queriéndote sin medida, midiéndote sin las mentiras.
Queriendo olvidar todo nuestro amor.
Ese te amo sincero en la primera noche juntos.
Esa caricia pasajera, el muñeco de nieve
y la niña coqueta corriendo en sus tacos nuevos por la galería.

Queriendo despertar de tu pesadilla, soñando con dejar de llorar.
Queriéndote feliz para siempre en la promesa real de sentirnos el uno para el otro.
Pasándome la vida entera pensando en nuestra coincidencia.
Queriendo renunciar a los recuerdos, olvidando la felicidad-

Queriendo ser una roca de la playa que robaste.
Queriendo no dormir para entre las sabanas extrañarte
Queriéndote como no se debe querer a nadie en el mundo,
Como solo se puede querer a nuestro Dios.
Queriéndote decir lo que siento y tu riendo y tu riendo y tu gruñendo.

Queriendo despertar diciendo lo que tú no puedes decir.
Antes de que aceptes la verdad entre lagrimas y mi cólera.
Soy... ya no soy.
Queriéndote mas allá del día que finalmente, te vuelva a ver.

Pdta.: Te deseo de todo corazón que seas feliz. Nada fue mentira. Lamento mucho no haber podido cumplir mi promesa y tus sueños.
Adiós

De las tardes


Hace ya algunas semanas,
que me lleva las mañanas
descifrarte en tu mirada
y en tu voz.

Que nunca he sabido cuánto
me has contado y cuánto no,
cuánto solamente lo imagino yo.
Cuánto tiene de ser cierto,
el paso a tus parques abiertos
y a las frescas sombras de
tu pabellón.

Luego todo lo respondería
esa tarde que me des,
aunque solamente seapor una vez.
De entre amores y distancias,
de entre sueños sin sustancias,
y entre todo lo que no ha llegado
a ser.

Si me dieras una tarde
para conversar mejor,
desdibujando las ropas
con que vistes tu rumor,
podría mirarme en tus ojos
si te asomas hasta mí,
si te dieras una tarde
una tarde por aquí.

Si te tuviera una tarde
para abrevarme en la voz,
murmurante de tus fuentes
una tarde para dos.
Una tarde para siempre
por las tardes que no estás,
por las tardes que no han sido,
y por las que ya no te vas.

Una tarde solamente de tu vida,
tan sólo un instante de tu juventud.
Unas horas de tus horas y salidas,
al quizás de un mutuo encuentro
que logremos ver adentro uno del otro
un quizás,
que tú volvieras realidad.

Una tarde que me dieras,
cualquier tarde de este mes,
para tardarme intentando
llevarte una y otra vez,
aplicando con mis labios
en tus labios de canción,
la balada del encuentro
del verano con la flor.

Quién te tuviera una tarde
para andante recorrer
las veredas, los atajos en
los campos de tu piel,
recorriendo amante
valles, lomas,
cauces de agua y flor,
conquistando tus llanuras.
toda una puesta de sol.

Sólo dame alguna tarde y yo
me vuelvo una canción
en tus labios,
procurando y sorprendiendo
por todo el atardecer,
tu sonrisa más bonita
si te dejas conocer.

                                   Fernando Delgadillo

martes, 5 de junio de 2012

Sueños


¿Qué sueñan los ángeles cuando despiertan y te escriben al correo?
¿Qué sueñan los dioses de lo bueno, al tenerte entre sus sueños?
Que los sueños te sueñan para no tener que despertar y volver a la realidad a este pobre mortal.

Que es la vida sin tu complejo transitar, sin tu eterno dejar a los sueños hacerse realidad.
Porque un sueño no es un sueño si es que tú no estás en el, como dice esa hermosa canción de la cual me hiciste alguna vez enamorar.
¿Que sueña la diosa de mis ansias, la reina de mi corazón, la gobernante de mi alma?

Sueñas con un mundo mejor donde todos te obedecen y
el cielo es verde mar.
Sueñas con poder ser canción sin que el señor Rodríguez se llegue a enterar.
Sueñas con enganchar a todo la ciudad y que ninguno ose a tu escote mirar.
Priscila bien.
Priscila mal.

Sueñas con matar a un hombre malvado que merece su suerte.
Sueñas con un mundo donde gata tu y gato yo.
Sueñas con un sitio donde le ganes la partida al aburrimiento y tus teorías sobre él se desbaraten.
Donde no temas amar y decir lo que sientes; un mundo donde la sinceridad previene la cólera como disfraz.

Sueña mucho, sueña bonito.
Combate a las pesadillas, donde por ti se moría una ciudad que no te quiere y a mí no me quería una mujer que yo si amo.
Pero despierta al terminar de descansar, que mi mundo se detiene cuando tú lo dejas de pensar.

Sonido


Cuando suenas a Priscila el mundo se oye casi como el cielo.
No conozco más cielo que tus ojos al mirarme enamorada,
pero debe ser como el de allá arriba,
donde mora el creador de tu belleza

Cuando suenas a locura, me da miedo.
Temo la furia de los dioses contenida en tu pasión.
Infundada o respaldada, tu cólera mueve montañas y divide los mares.
Y tú ni enterada.
Y yo como un estúpido héroe de una tragicomedia griega de antaño, luchando contra lo inevitable.
(Y triunfando).

Cuando suenas a poesía, mi corazón se detiene.
Las profecías se cumplen a paso acelerado, a paso agigantado.
Mecido entre tus brazos de mujer y tus pechos de madre.
Mi corazón se reanuda, camina, corre, vuela.
Salta al vacío, se estrella y resucita para morirse de amor por ti otra vez.

Cuando suenas a mi mujer, me siento tan honrado.
Me siento desahuciado como un loco que encontró la cordura y
no sabe qué hacer con ella.
Es como vivir de nuevo; el orgullo no cabe en mí,
y la alegría, de tanta que es, ni yo me la creo.
Cuando suenas a mi chica, me vuelves un hombre verdadero.
Solo tú puedes lograr todos mis sueños.

Cuando suenas a celos, mi desesperación hace revuelo.
Salto al vacío y me muero de veras, y ataco por miedo.
Con temor recuerdo lo que era perder ante tu juego.
Piedad para el caído, ¿Recuerdas?
¡Benefíciame la duda diosa de mi devoción! ¡Monopoliza mi confianza!
Renueva los votos de eternidad debajo del árbol de nuestros sueños.

Cuando suenas a Priscila, todo encaja perfectamente.
Cuando mi vida me mira desde tus ojos, puedo al fin morir.
Cuando me dices que amas yo sonrío.
Cuando me dices que ME amas, yo al fin puedo despertar.

sábado, 21 de abril de 2012

También Quiero












Quiero gritar
Dejar de preguntarme si solo se hacer llorar
Recuperar a mi mejor amiga para saberla realmente amar
Y no perderla cada dos días un poco más.

Quiero gritar.
Volver a en tus brazos volar, creer en los sueños
Y saber si aun puedo realmente despertar.

Quiero llorar
Arrodillarme en el suelo y pedirte piedad.
Mirarte a los ojos y que veas que me muero por contigo regresar
Descargar la frustración, de un amor que solo tú y yo supimos crear.

Quiero olvidar
Que el mundo entero se rebele contra el cielo azul
Y apagar cualquier estúpida esperanza de verte por la puerta retornar…
Ahogarme en gris cielo invernal para jamás volverte a dañar.

Quiero gritar
En tu abrazo todas las noches cerrar los ojos con felicidad
Y de tu recuerdo solo quedarme con el calor y la bondad
Pensando que sangre de mi sangre en un futuro podremos criar.

Quiero gritar
Poder con mis palabras hacernos cambiar
Para algo entre los dos poder forjar sin que se quiebre al más mínimo pesar.
Renunciar a todo y volvernos a adorar como antes de en esta pesadilla despertar.

Quiero negar
Renegar del dolor y los recuerdos sin piedad
Desmontar el pasado y dejarlo en su tumba reposar,
poniéndole flores todos los días sin siquiera sentir pesar.

Quiero que todo esto sea verdad.
Quiero vivir en tus ojos por siempre y jamás.
Que esto no sea solo un sueño, que esto sea tu verdad.
Que olvides como odiar y recordar, y aprendas a apreciar y juntos solo nuestro futuro forjar.
Ojala supieras perdonar. Ojala aprendieras que todos podemos fallar.

Quiero gritar,
Para poder al mundo hacerle recordar que yo nunca te deje de amar.

sábado, 7 de abril de 2012

Aniversario


I – In principio erat Verbum

Sucede cada cierta vez en la vida,
o en cada vida por ves.
Cuando la dicha se detiene, la esperanza renuncia;
la sonrisa fracasa.
El amor desfallece, huye; se lleva la vida de los ojos.

Quedas solo con tus palabras vacías;
las que una vez cimentaron tu vida, ahora lapidan tu mundo entero.
Caminabas por la vida creyendo que en el sendero andabas.
Jamás conociste el camino,
y por ende no vislumbrarías nunca ni un atisbo
de tu destino.

Porque un día despertaste y el destino era ya tu enemigo.
Vencido la batalla por sentir, hacia tiempo había;
y todo lo que tu creías, en ilusión fatídica se convertía.
Cada día rotaba de luz a sombra porque Dios en su burla,
decidió que notaras como el tiempo inexorable pasaba.

Y de repente, ocurre.
Asomas tu vida por la ventana de mi monotonía al final de un día mas,
en la insoportable intrascendencia de mi existencia.
Siempre lo crucial en la vida pasa inadvertido para el corazón
y el alma.

De pronto tus ojos iluminaron mi noche.
Tus labios brotaron estas palabras de los míos.
Los sueños narraban nuestro futuro y
los miedos pánico tenían de perder
su alianza con nuestra soledad.

La tristeza lloró por perder nuestros corazones.
Las lágrimas renunciaron a quemar nuestra esperanza;
ahora solo lavan el espacio turbio que no deja que el corazón vea al alma…
La llama que calentaba el invierno de mi vida
fue remplazada por el eterno sol de la mañana.

Entonces un día cualquiera note que sonreía.
Que ese vacío en mi pecho frío dio paso a la calidez de tu latir.
¡Alegría cada mañana al despertar!
¡Soledad cada noche si tu no estas!

Sufrir por una razón, pensar en el pasado sin dolor.
Pelear por la calle o desde la cama, porque importa lo que vale.
Creer en la soledad vencida para siempre jamás.
Pensar en poder amar, luchar sin miedo a fallar.

Así empieza esta historia escrita con nuestras palabras,
Que nace con tu voluntad y renace con cada palabra escrita…
Hasta el final.


I I – Magnificat

Este es el himno de tu deseo.
Glorificar a Dios desde tu seno cada día es letanía obligada para los fieles.
Magnífica, llena de promesas tan difíciles de lograr
y ansias imposibles de tocar.
Endiosada en tu soberbia, poderosa en tu cólera,
frágil en el corazón humano que dices tener y creo conocer.

Este es el capítulo en que te maravillas.
Renuncias decir cosas estúpidas y cazas a incautos en tu andar
Es así que gozas por pasar la vida sin renunciar.
Olvidas tú sufrir, tu dolor, luchas por todo este calor vertido en tu cama.

Aquí es donde tú renaces; te confirmas superior a tus dolores,
Superas tus amores, vences a los recuerdos que paralizan tu confianza.
Saltas los preceptos, creas en el acto una respuesta exacta.
Desbaratas las ilusiones ajenas con un plumazo de tu fino tacto.

He aquí que yo te traigo el arte.
La consigna de anteponerte a mi vida y discutir tus preceptos.
Vengo con el dolor bajo un brazo y la alegría sincera bajo el otro.
No prometo, solo escribo, vierto mi himno en cada trazo destinado
a quererte.

Enarbolo la convicción de mi ex profeso amor sincero.
Protesto contra tu incredulidad automática,
Temo tu lógica a prueba de balas y tu exceso de confianza.
Tú sin razón invencible de la mano con tu furia irrefrenable.

Vamos de una vez a diseñar ese futuro,
donde tu envejeces en mi amistad y yo maduro en tu cariño.
Donde me mires a los ojos y juntos podamos trascender al amor.
Renuncies a tu pasado sin dolor,
reivindiques todo lo sufrido,
vengues tu inocencia y la mía.

Eres tu la magnifica, la llena de gracia y encanto.
Viniendo tan vestida de sol que quemas sin tu querer.
Yéndote tan de repente que te llevas todo sin ofender.
Así eres tú, la diosa de los mitos de mi mente hecha realidad.

Pues si aquí es donde tú te maravillas y yo rezo,
Entonces en acto seguido tú me besas y yo río.
Es así como las cosas deben ser, es así como el destino pide perdón por su delirio.
Es como amar con mucho espacio para pecar.
Y salvarnos al final



III – Et in arcadia Ego…

Me duele recordarte así como te veo claramente en este instante.
Si la soledad esconde tu nombre yo le refuto su perfidia con los recuerdos
precisos de tu ser, descubriendo mi arte en ristre contra el destino.
De los días en que tu juegas a glorificarme y yo trato de no quemarme.

Es así que en la gloria yo resido.
Como aquel viajero insospechado que naufraga en la última orilla del remanso,
al comienzo de tus piernas;
al final de mi cordura, al comienzo de mis sueños.
Redundancias de existir siendo ajeno.

Y en la arcadia de tu abrazo encontrar mi refugio
En el paraíso prometido vislumbrado entre tu mirar y tu sentir,
encontrarme felizmente perdido.
Han pasado los días y las noches y el destino enemigo hizo una tregua
en la guerra declarada contra mi emoción, mi sentir y mi calma.

Tú eres la isla de mi exilio deseado.
Las ganas de mi inocencia por parecerse más a mi reflejo en el espejo.
Tú eres la cima de mi anhelo, las faldas del cielo se confunden con los pliegues
de ese vestido negro que arropo a la noche más que a tu cuerpo endiosado.
Te dedico la vida entera en cada letra.

Eres la mensajera de la fantasía, comandando la realidad desde la esquina hasta la cima.
Eres la comandante de la irreverencia, soltera empedernida llena de impaciencia
por mi desavenencia
Y resulta que más bien de ti, debería decir lo que no quieres que diga.
Tus secretos compartidos escondidas bajo la luna y las nubes como sabanas tapando la realidad.

Yo guardo los secretos de mi diosa.
Yo protejo la integridad de su confianza,
Forjo entrega y gratitud.
Cosecho lucha y placer infinito.

Enséñame a gritar al unísono.
Convénceme de ser más tú y menos yo
Como te conviertes en mí,  pidiendo que sea nadie.
Así llevaras esta historia al final.

Y más allá

Viernes 18


Viernes 18

Llevo un día de deuda temporal
Hoy viernes es corto para mis propósitos
Solo una hora en calendario
Una eternidad en espera anímica

El tiempo no alcanza para ser feliz
Los días que empiezan como hoy
terminan como siempre.
A veces no terminan nunca…

Ya llego la hora prometida
El momento esperado
La realidad interrumpida
La certeza de tenerte cerca y dormirme en paz.

En esta noche espero
En esta madrugada ruego por tu voz
En este viernes que unos mueres yo resucito
Sin domingos al final, solo aterrizajes.

¿Qué se dirá al final?
¿Habré escrito en vano una semana en réquiem por ti?
Permíteme detener la vida
Regresa a creer en los sueños

Maldita sea, como te extrañe.

                                                                  Cinco días en sus noches V

Jueves 17


Jueves 17

Estas más cerca de lo que pienso pero aun no llegas.
Me siento como un niño
Totalmente extraviado, añorándote.
Hoy el cuarto día eh sufrido tu falta gravemente.

Fantasee; te recordé en frases y en historias.
En escenas que muero por repetir y rehacer.
Hasta soñé que ibas a regresar con un hombre bajo el brazo.
Son los delirios de un alma que se siente incompleta.

Resulta que cuando creía que me olvidabas,
tu solo estabas.
Volvías en tu mente y luego regresabas al paraíso.
Soy como tú siempre supiste, un tonto sentimental.

Ven, ven ya maldita sea.
Que este jueves pesa ya demasiado sin tu presencia.
Ven y acompaña mi existencia,
con el privilegio de tener tu excelencia.

Llena mis días solos con tu voz conocida
Amarga mi ánimo con tus caprichos de diva
Sincera mis ganas con tu cuerpo a mi medida
Manifiesta el amor que tengo ante tu cariño sincero.

Ya va a venir el día,
espérala despierta
Se acerca el vuelo que devuelva su voz a mi oído.
Hoy jueves regresa mi destino.


                                                                                          Cinco días en sus noches IV

Miércoles 16


Miércoles 16

Hoy casi no te extrañe.
Te pensé todo el día debido a su característica.
Pero por más que soñaba con tu sonrisa,
solo despertaba con mi nostalgia.

Casi no te extrañe porque es miércoles y
he aprendido ya ha manejar tu ausencia.
A soportar la frustración de no oírte en mi oreja;
de no oler tu perfume de princesa.

Pero es mentira toda mi fortaleza.
Si no puedo dejar de pensarte,
evidentemente no he dejado de añorarte.
Te extraño desde que despierto hasta que regreses.

Este miércoles de esperanzas es la mitad de tu viaje
Ya no duele los brazos ajenos ni las camas desconocidas
Asaltan la mente temores de cariños ajenos e infundados
La verdad no se qué puedes hacer en tu isla deseada.

Son tres días sin ti.
La mitad exacta de una semana eterna.
Justo al centro como prefieres
se quedan mis ganas de volverte a ver.

Cuando vuelvas te reirás de mi cadencia
Al leer mi alma entre desvelos por alcanzarte entre mis letras.
Solamente recuerda que este miércoles yo deseo
tu regreso prometido y, nuevamente, mi sonrisa verdadera.


                                                                            Cinco días en sus noches III

Martes 15


Martes 15

Hoy estas en brazos de otro.
Se siente tan mal que la estés pasando muy bien
y a la vez tan bien que no la pases nada mal.
Aun siento el alcohol en tu sangre.

En cada ráfaga de calor te recuerdo soleada
Es que resulta que la distancia no ayuda para sacarte de mi mente
Con arena en tus pies o alfombra en los míos,
Tu ausencia se lleva los días aun consigo.

Creo ver tus besos de regalo entre las luces
Es como si sintiera que el humo apaña a tu consigna
Para que tú puedas aterrorizar una isla
Y yo pueda convivir con tu destreza.

Siento toda  tu falta de sueño
La complicidad de tu madre en cada amanecida y trasnochada.
El verano eterno quemando por tus venas.
Muero por seguirte en tu condena.

Hoy martes que anochezco te extraño nuevamente.
¿Cuándo te hiciste mi sine qua non?
¿Fue entre un beso y un mueble?
O ¿entre un dolor y tus lágrimas?

Es martes y los días pasan lento sin tu voz
Pareciera que trato de remplazarte con cualquier distracción
Y al detener la realidad tu presencia se hace extrañar
A todas luces, ¡debes ya de regresar!

                                                                                      Cinco días en tus noches II