martes, 5 de junio de 2012

Sueños


¿Qué sueñan los ángeles cuando despiertan y te escriben al correo?
¿Qué sueñan los dioses de lo bueno, al tenerte entre sus sueños?
Que los sueños te sueñan para no tener que despertar y volver a la realidad a este pobre mortal.

Que es la vida sin tu complejo transitar, sin tu eterno dejar a los sueños hacerse realidad.
Porque un sueño no es un sueño si es que tú no estás en el, como dice esa hermosa canción de la cual me hiciste alguna vez enamorar.
¿Que sueña la diosa de mis ansias, la reina de mi corazón, la gobernante de mi alma?

Sueñas con un mundo mejor donde todos te obedecen y
el cielo es verde mar.
Sueñas con poder ser canción sin que el señor Rodríguez se llegue a enterar.
Sueñas con enganchar a todo la ciudad y que ninguno ose a tu escote mirar.
Priscila bien.
Priscila mal.

Sueñas con matar a un hombre malvado que merece su suerte.
Sueñas con un mundo donde gata tu y gato yo.
Sueñas con un sitio donde le ganes la partida al aburrimiento y tus teorías sobre él se desbaraten.
Donde no temas amar y decir lo que sientes; un mundo donde la sinceridad previene la cólera como disfraz.

Sueña mucho, sueña bonito.
Combate a las pesadillas, donde por ti se moría una ciudad que no te quiere y a mí no me quería una mujer que yo si amo.
Pero despierta al terminar de descansar, que mi mundo se detiene cuando tú lo dejas de pensar.

Sonido


Cuando suenas a Priscila el mundo se oye casi como el cielo.
No conozco más cielo que tus ojos al mirarme enamorada,
pero debe ser como el de allá arriba,
donde mora el creador de tu belleza

Cuando suenas a locura, me da miedo.
Temo la furia de los dioses contenida en tu pasión.
Infundada o respaldada, tu cólera mueve montañas y divide los mares.
Y tú ni enterada.
Y yo como un estúpido héroe de una tragicomedia griega de antaño, luchando contra lo inevitable.
(Y triunfando).

Cuando suenas a poesía, mi corazón se detiene.
Las profecías se cumplen a paso acelerado, a paso agigantado.
Mecido entre tus brazos de mujer y tus pechos de madre.
Mi corazón se reanuda, camina, corre, vuela.
Salta al vacío, se estrella y resucita para morirse de amor por ti otra vez.

Cuando suenas a mi mujer, me siento tan honrado.
Me siento desahuciado como un loco que encontró la cordura y
no sabe qué hacer con ella.
Es como vivir de nuevo; el orgullo no cabe en mí,
y la alegría, de tanta que es, ni yo me la creo.
Cuando suenas a mi chica, me vuelves un hombre verdadero.
Solo tú puedes lograr todos mis sueños.

Cuando suenas a celos, mi desesperación hace revuelo.
Salto al vacío y me muero de veras, y ataco por miedo.
Con temor recuerdo lo que era perder ante tu juego.
Piedad para el caído, ¿Recuerdas?
¡Benefíciame la duda diosa de mi devoción! ¡Monopoliza mi confianza!
Renueva los votos de eternidad debajo del árbol de nuestros sueños.

Cuando suenas a Priscila, todo encaja perfectamente.
Cuando mi vida me mira desde tus ojos, puedo al fin morir.
Cuando me dices que amas yo sonrío.
Cuando me dices que ME amas, yo al fin puedo despertar.